En Picton no pensábamos demorarnos mucho, solo hacer compras por la tarde y alquilar un coche para recorrer la Isla Sur. El ferri no llegaba hasta las 13.35 (por cierto, la entrega y recogida del equipaje facturado fue como en un aeropuerto, con resguardos y cinta transportadora y todo, ¡que modernos ellos….y que de pueblo debo parecer yo cuando destaco estas cosas!), y nosotros no acabamos de instalarnos en el “Hostel” hasta las dos…y a las cinco cierra todo y se echa la noche encima. Tiempo para pasear bajo el orvallo en el puerto, hurgar encantados en una tienda de artículos de segunda mano y antigüedades (si no fuera por el peso, el bulto, y lo que me queda aún de viaje, me hubiera llevado un par de preciosas cámaras antiguas y una botella de cerámica que hace varias décadas contuvo whisky; Isa, menos escrupulosa, se llevó un detalle que ya os contará ella), picar algo (el café y los nuggets del ferri dejaron con razón a mi delgada acompañante con hambre) en un “fish and chips” como los de antaño en Irlanda y darle un meneo a la American Express en el Supervalue local donde nos aprovisionamos de comida para un par de días, así como de mi par de guantes y un gorro cada uno.
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“Suspension bridge” (puente colgante) que nos encontramos en la zona de Pelorus mientras recorríamos un sendero por el bosque.
a) Entre Linkwater y Te Mahia, al recorrer una preciosa carretera costera, con el mar a un lado y las escarpadas montañas pobladas de bosques al otro.
b) En Havelock, cuando desde el mirador a las afueras se puede apreciar este pueblo y su pequeño puerto, a la entrada del Pelorus Sound.
c) En Pelorus Bridge, un idílico puente sobre un rio de montaña entre densos bosques con helechos que parecían haberse congelado en el tiempo, desde un remoto pasado en que los dinosaurios poblaban la Tierra.
d) Entre Rai Valley y Nelson, cuando la carretera nos ha dejado boquiabiertos al presentar a la salida de cada curva colores otoñales que convivían con los verdes oscuros en frondosos macizos donde los altos pinos se disputaban unos a otros el cotizado espacio.
e) A la entrada de Nelson, cuando tuvimos que detenernos a fotografiar (sin que el resultado haga otra cosa que palidecer ante la realidad que observamos) lo que era un auténtico y perfecto cielo al atardecer, con sus colores en un degradado sublime hasta acabar rozando el azul del agua de la Tasman Bay.
Nota: Alojamiento en Picton en Atlantis Backpackers, haciendo caso a Lonely Planet (una bonita y grande habitación doble por 50 AUD con desayuno gratis) y alquiler del Suzuki Swift en Thrifty por 29 + 6 AUD (insurance waiver) al dia durante diez días. Alojamiento en el Tasman Bay Backpackers en Nelson, habitación (preciosa) doble por 58 AUD con desayuno gratis (y película, “Babel”, con palomitas a las ocho de la tarde)
(Escrito por él desde Nelson, Nueva Zelanda, aprovechando que Isa ha dejado momentáneamente descuidado a Fede, el lunes 11 de Junio de 2007)
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