Los principales focos de interés de la ciudad (o, por lo menos, aquellos que yo visité):
(Foto: Copa Elfa y prótesis que usaron los actores que representaban a los hobbits)
Government Buildings
No es un museo y la zona accessible es solo un minimo porcentaje del inmueble, pero hay que acercarse a verlo para poder creer que está hecho…de madera, y es uno de los mayores edificios del mundo construido íntegramente en ese material.
Wellington Cable CarLa guía decía que esta era una experiencia que no se podía perder, así que no íbamos a dejar que eso ocurriera. Bueno, en cinco minutos pasábamos de estar en la primera parada a llegar a lo alto de la colina. Es un viaje lento, pausado, tranquilo. No es para salir temblando, ni gritar jubilosos. Está bien, sobre todo por las vistas y por el acceso cómodo al Jardín Botánico pero no es precisamente un “Top 10”.
Al igual que mi, no por ellos menos malquerido, Gijón, Wellington bosteza frente al mar y en pocos minutos uno está en el centro, dobla una esquina, recorre unos metros y se encuentra, luchando por mantenerse en pie contra el viento, contemplando un enfadado mar. Por lo menos ese fue el estado del salado elemento los días que pasé allí, pero he de mencionar que el sol lució sin excepción durante todas y cada una de las jornadas. Resguardado del viento, tras una protectora cristalera, no se notaba ambiente invernal alguno mientras me tomaba mi cerveza de fabricación local y contemplaba el ir y venir de los atareados capitalinos.
(Escrito por él desde Christchurch, Nueva Zelanda, el 30 de junio de 2007 en vísperas de abandonarlo por Australia, si Dios y las autoridades correspondientes lo permiten)
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